Las hormigas negras comen casi cualquier cosa, desde pequeñas hojas, hasta animales o insectos un 30% más grandes que su proporción, como también animales muertos.
Por lo general, sus nidos se encuentran en adaptación a su entorno y suelen surgir a través de grietas o agujeros ya sea en paredes o rocas.
En el interior pueden alimentarse de grasas, carnes, frutas, miel y dulces.
En el exterior, comen otros insectos, mielato y secreciones de savia.